En ausencia del Alma
Vivimos
tiempos complicados. Desde que hace unos años, la odiosa crisis económica
comenzara a dejarse ver por nuestras vidas, el ambiente, el mundo en general,
ha tomado un tono gris y lúgubre que está ahogando las voluntades de todo el
que se encuentra.
De camino, nos
hemos hecho expertos en términos como Prima
de Riesgo o Déficit, conceptos
que han copado cualquier rincón que la actualidad real tuviera a disposición
del devenir de los días. Parece que no hay absolutamente ninguna noticia que no
se refiera al rescate de tal o cual país o a la actitud de Alemania ante las
necesidades de los países que peor lo pasan.
Pero esta
odiosa inercia no nos deja pensar en lo que verdaderamente nos está pasando a
tod@s. Obnubilados por este tipo de historias, nos dejamos llevar por esta
corriente y su erosión, olvidando así la verdadera naturaleza de lo que nos
está ocurriendo.
Desde hace un
tiempo, estamos viendo unas actitudes en el Gobierno de la Nación que poco o
nada tienen que ver con la situación que estamos viviendo y que, a poco que
rasquemos un poco sobre su discurso, nos daremos cuenta de que para nada van
dirigidos a sacar a las familias y las personas del infierno al que han sido
empujadas.
Porque, no nos
olvidemos, no caigamos en el rastrero e inhumano juego al que está jugando la
derecha de este país, las personas, las familias, los trabajadores… no somos
l@s culpables de esta “crisis”. Nosotros no especulamos con los bienes de
otros, nosotros no usamos las necesidades de otros para enriquecernos más y poder
seguir haciendo negocio con el sufrimiento, nosotros no pusimos nuestro alma en
venta para conseguir mayor beneficio.
Todos los días
estamos leyendo en los periódicos noticias sobre los recortes del Decreto
20/2012 de 13 de julio o sobre las repercusiones que están generando los
Presupuestos Generales del Estado sobre el funcionamiento de las empresas o de
las Comunidades Autónomas. Que si techo de gasto, que si capacidad de
endeudamiento…
Sinceramente,
creo que el problema fundamental, es que sufrimos un Gobierno que ha vendido el
alma de sus ciudadanos. Encontramos noticias como que la Sra. Cospedal no
moverá un dedo para solucionar la situación de una familia que tiene en su seno
a 3 personas dependientes, una de ellas el padre, en silla de ruedas y enfermo
de cáncer, padre de 2 niños con dependencia (uno de ellos encamado), que ha
decidido no tomar la medicación suya para poder dar de comer a sus hijos porque
no tiene dinero para comprarla. A diario nos topamos con realidades como que
una persona en situación grave de dependencia no será atendida hasta dentro de
2 años porque así lo estipuló el decreto 20/2012 y su familia responde “lo que
quieren es que se muera” y no les falta razón ni motivos para pensarlo. Vemos
cómo se deja sin cobertura sanitaria a personas que han tenido que escapar de
su país o a jóvenes que no han tenido la oportunidad de encontrar un empleo.
Vemos cómo el cinismo y la prepotencia de un Ministro ningunea a padres,
alumnos y profesores con el único afán de poder convertir en nicho de negocio a
la educación.
Esto,
sinceramente, sólo es capaz de hacerlo un Gobierno sin alma, un gobierno que
actúa en ausencia del alma de sus ciudadanos, porque se la robó y vendió al
mejor postor.
No debemos
quedarnos impasibles ante este robo, ante la crueldad e infamia de este
Gobierno. Platón dijo “El precio de desentenderse de la política es ser
gobernado por los peores hombres”. Eso es lo que ha pasado. Nos han robado el
alma, las ganas de luchar, el ánimo… y eso ha dejado un espacio que está siendo
usurpado por “los peores hombres”. Es hora de recuperarlo, de volver a la pelea
y recuperar nuestras almas.
José Miguel Delgado Trenas
Secretario de Organización
CEL PSOE Montilla